jueves, 6 de diciembre de 2012

¿Culpables?


Esta mañana, un amigo me comentaba que los comerciantes y hosteleros habían decidido pagar algún tipo de iluminación pública navideña, debido a que el Ayuntamiento les había comunicado que este año no la pondrían al no disponer de fondos para pagarla. Mostraba mi amigo su perplejidad y se preguntaba si sería cierto que en los últimos años habían tirado tanto para adelante, gastando lo que no tenían o robando lo que tenían.

Está claro que “se acabó la fiesta” como diría el beatle famoso. Y ahora toca pagarla. Pero la causa no ha sido solamente el gasto ilimitado, sino, a buen seguro, el robo descarado en unos casos para el propio bolsillo y en otros como intermediario para mantener el nivel de vida de los partidos políticos.

Pero está claro que los más culpables son los ciudadanos por haber mirado –y seguir mirando- para otro lado. Y dentro de los ciudadanos, muy especialmente algunos funcionarios. No porque ellos se hayan llevado algo (cosa posible), sino por haber visto el saqueo y pasar de largo. En todos los organismos públicos hay funcionarios de alto nivel, interventores, administradores, contables, etc, que tienen que haber visto los chanchullos o cuando menos cosas irregulares y se lo han callado.

Posiblemente aleguen indefensión, miedo a ser expedientados… Y quizás tengan razón porque generalmente un expediente a un funcionario deja a éste en un nivel de indefensión exagerado. Conozco expedientes abiertos simplemente por haber realizado un buen trabajo pero saltándose la línea administrativa. Ejemplo personal, cuando me apercibieron por haber conseguido un peón interino para suplir a otro fijo con cáncer cuya llevaba seis meses sin cubrir (pese a existir listas adecuadas), debido a la inoperancia de una funcionaria (política) de alto nivel que no ponía el mínimo interés. Una conversación casual con un jefe de servicio que llevaba las listas, fue suficiente para que la plaza estuviese cubierta al dia siguiente. Cuando la política de turno se enteró, le faltó tiempo para amenazarme por –según ella-haberme excedido en mis funciones. Toma ya. La historia acabó bien porque el que estaba por encima de ella entendió perfectamente todo el proceso.

O el caso de un compañero que en el primer año de funcionamiento de su unidad, realizó funciones de conserje, telefonista, administrador, etc…, con un nombramiento de director. Adelantó dinero para sellos de correos, su propio teléfono para gestiones y otros gastos imprescindibles, etc, etc.  Y un dia intentó poner orden en el comportamiento de un “enfermo” subordinado y el tema le costó un expediente esperpéntico con final de cuatro años de empleo y sueldo. Acudió a la via contenciosa y está a la espera… Esperemos que no se muera antes de recibir lo que la via administrativa le robó.

Vistas estas situaciones no es extraño que los funcionarios se callen. La única solución debe venir por la vía del respaldo jurídico y profesional. Pero a los políticos no les interesa resolver esa vía porque se les acabaría el chollo. De ahí que la solución debería venir de las propias organizaciones profesionales y sindicales de los funcionarios. Pero ambas tampoco están  ni se les espera.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Barullo


Acabo de leer unas declaraciones de Gustavo Bueno en las que le preguntaban sobre su valoración de las elecciones vascas y gallegas y venía a decirle al periodista que siguiendo a Pitágoras, prefería el silencio a la vista de que lo que iba a aportar no lo mejoraría.
Y me vino al recuerdo aquellas clases en Gijón, en la antigua escuela de Peritos, cuando iniciaba su andadura la Facultad de Psicología y él daba clases. Lo de dar clases era algo teórico porque en aquel corto espacio del aula, donde en el estrado a su alrededor se situaban –en el suelo- sus seguidores y seguidoras, los que llegábamos un poco antes de la hora ya teníamos que quedarnos en el pasillo. Y no para escuchar el tema del día, sino para escuchar una perorata política que era lo que realmente nos atraía. Después de la diatriba y soflama correspondiente (vivía, por poco tiempo ya, Franco), sonaba el timbre de finalización de la hora y nos pedía que esperásemos diez minutos durante los cuales, ahora sí, daba una clase excelente y breve.
El cambio que ha dado aquel Gustavo que se lió a golpes en un plató de TV con otro de cuyo nombre no me acuerdo (lo cual da idea de sus aportaciones científicas), ha sido memorable pero, a mi juicio, consecuente.
Sin embargo no era mi intención hablar de Bueno. Sería una temeridad por mi parte. La intención es hablar del barullo que él declara y yo confirmo, que existe en la sociedad actual cuando habla de cualquier cosa. Y como de lo que más se habla (aunque les pese a los futboleros) es de política, el barullo al que se refiere Bueno se convierte en ruido permanente. Y la sociedad se conforma con el barullo y el ruido, porque los que hablan nunca dan argumento. Bueno dice que no lo hacen porque todo es inmediato y no tienen tiempo de argumentar. Ahí no estoy de acuerdo con él. Aún siendo cierto que el tiempo es escaso, el que tiene argumentos y didáctica para exponerlos, seguro que lo hace suficiente. Yo creo que los que hablan, generalmente no tienen argumentos. Y tan es así que los políticos –y Bueno debe saberlo- reparten “argumentarios”  entre sus representantes para que todos digan lo mismo: generalmente ocurrencias pero no argumentos.
Y la sociedad aborregada (¡cómo echo de menos aquella década de los 70¡), entra al trapo y no solamente acepta, sino que repite, las mismas frases, e incluso las mismas palabras. El reflejo más claro son las tertulias de los medios y sus tertulianos. Hablan de conceptos sin conocerlos pero dando la sensación de que los dominan. Nadie les pide que argumenten y si alguno lo hace, siempre dicen aquello de “el tiempo en la radio, en tv, etc, no permite ir mas allá”. Y así nos va.
Cuando alguien intenta dar argumentos se le tacha de pesado. No se le quiere escuchar.
Lleven esta reflexión a los temas actuales (Artur Mas, Déficit público, crisis financiera…) y verán que es cierto. Nadie lo explica porque  no hay tiempo. O al menos eso dicen…

miércoles, 10 de octubre de 2012

La Democracia está por encima de las leyes


La frase del título la pronunció –al parecer- el Sr. Mas para intentar justificar su propuesta ilegal de referéndum. Y la utilizan otros poíticos (Sr. Tardá entre ellos) cuando se les señala la ilegalidad de la posible convocatoria del plebiscito.


Esta es una de esas frases que inventan los políticos a menudo, utilizando torticeramente el lenguaje y la semántica, para convencer a los suyos de sus ideas y –sobre todo- de ser víctimas de acciones ajenas. Así surge la frase.

Curiosamente, ni lingüistas ni periodistas dan importancia alguna a este tipo de expresiones y se limitan a recogerlas sin más. No sé realmente si es por su incapacidad cultural o porque les interesa la frase para elaborar, en torno a lo que pretende explicar, un texto una y otra vez, que les permita seguir cobrando por su trabajo.

Los clásicos acabarían con la frase simplemente diciendo que, por encima de la ley no hay nada. Si acaso, en regímenes totalitarios e imperialistas, estaría el caudillo que, como iluminado que es, no solamente era el origen de la ley, sino que estaba por encima de ella.

Pero en un país libre no hay nada por encima de la ley, porque ésta emana precisamente  de una decisión colectiva y soberana y si alguien estuviera por encima lo haría por la fuerza, es decir, violando la democracia.

Pues claro que la ley tiene fuentes en su contenido. Y esas fuentes son los derechos humanos y sociales. Fuentes que impregnan la ley para que ésta pueda protegerlas.

Si admitiésemos que la “democracia” está por encima de la ley, estaríamos reconociendo que las leyes no son democráticas y entonces la frase ya no tendría el sentido que pretenden darle.

Cuando las leyes no son democráticas (en su contenido y en su elaboración), no estamos hablando de un país libre, sino de un país oprimido.

Y es precisamente la reiteración de sandeces procedentes de expresiones de políticos mediocres (la mayoría), la que crispa a los ciudadanos críticos y enerva a los que además de críticos tienen sensibilidad. Porque esas expresiones –y otras acciones- son las que consiguen que –para desgracia de los países y sus ciudadanos de bien- cada vez los políticos sean más mediocres , mas incultos y más interesados, y por el contrario los ciudadanos les den la espalda, aunque esta postura acabe perjudicándoles a ellos y no a los políticos.
PD. La relación entre la imagen y el contenido queda a la percepcion de cada uno

lunes, 20 de agosto de 2012

Assange


Llama poderosamente la atención (al menos me la llama a mi), todo el montaje mediático que se ha elevado en torno al caso Wikileaks. Por el momento ha desembocado en una situación absurda a nivel internacional, tomando como referencia a una persona que, nos guste o no nos guste, ha sido imputada por abusos sexuales en un país y por descubrimiento de secretos oficiales, en otro. Es decir, un presunto delincuente.
Pero, al parecer un delincuente que  cae bien. Como esos que roban a los ricos para –dicen- dárselo a los pobres. Pero en este caso, que sepamos, no se lo ha dado a ningún pobre, más bien le ha servido para contratar servicios jurídicos de todo tipo, en los cuales busca apoyo mediático porque quizás sepa que el jurídico le va a servir de poco.
Y la gente en su línea. Solidarizándose, y olvidando que quizás tenga un vecino más necesitado de esa solidaridad, con problemas que él no se ha buscado y, por supuesto, sin estar imputado por nada. Somos unos hipócritas.
Conste que a mi personalmente me la trae al pairo lo que le pase al señor ese (excepto por supuesto que le condenen a muerte), siempre que se le aplique la ley sobre lo que ha hecho. Y si no ha hecho nada, que se vaya a su casa. Ya tenemos bastantes ciudadanos del mundo en situaciones extremas –sin haberlo merecido-, y a los que no dedicamos generalmente ni un segundo de nuestro tiempo. Y de ellos no se preocupa nadie.
Opino, además, que el hecho de que determinados personajes apoyen a este señor, le ha hecho un flaco favor. Pero ha sido él quien se ha buscado a los personajes. Como diría un periodista de la literatura, en una huida hacia adelante.
El fenómeno es parecido a los montajes de los mass media, de  los cuales se retroalimentan. En ocasiones se inician con un hecho real que pronto se encargan de engalanar hasta modificarlo completamente. En otras un hecho inventado que les alimenta y engorda durante algún tiempo, hasta que surge (o crean)  otro.
Por ello no me va a llevar medio segundo preocuparme de ese señor. Entre otras cosas porque no dudo de los sistemas legales de los países que lo reclaman o lo tienen. Exactamente lo contrario de lo que me ocurre con los países que lo defienden. Si yo estuviera en su caso, con estos amigos que me he buscado, temblaría.

domingo, 22 de julio de 2012

Cabreados


Todos estamos de acuerdo en que la gran mayoría de los ciudadanos estamos cabreados. En general se dice que “por la situación del país”, pero si bajamos al individuo  veremos que un alto porcentaje de cabreo no es coincidente.
A la vista de las manifestaciones representantes del “cabreo nacional” del pasado dia 19, nos encontrábamos con:
Ciudadano 1, funcionario, cabreado fundamentalmente porque desde hace cuatro años vienen sacándole la sangre de su nómina, con un chupon especial estas Navidades y, además, con la campaña que desde aquel “vuelva usted mañana”, está un dia si y otro también en los medios de comunicación desprestigiando una función que no solamente es necesaria, sino que posiblemente sea la más solidaria de todas.
Ciudadano 2, pensionista, preocupado por los tirones que le han venido dando en los últimos años y por lo que pueda pasar mañana cuando, según le dicen, los que trabajan no podrán mantener a todos porque serán la mitad.
Ciudadano 3, trabajador por cuenta ajena, al que no le han quitado la paga de Navidad pero tiene un temor indomable a lo que pueda pasar con su empresa. Además como padre de familia con niños en el cole, le preocupa tener que gastar más en libros y material.
Ciudadano 4, autónomo, al que le afecta básicamente el enfriamiento de la economía y el hecho de que el IVA encarecerá sus trabajos y los clientes no sabran que ese impuesto no es para él. ¿Cómo no va a ser para él si es él quien se lo cobra?
Ciudadano 5, joven con una vida –hasta el momento- cómoda, en casa hasta los 30 años (por culpa del Estado), con carrera universitaria, en paro, pero con coche, dinero para el ocio y aguantando del sueldo de papa y la pension del abuelo.
Ciudadano 6, adolescente, al que han ido enseñando que lo del estado de Bienestar era lo mismo que el comunismo (todo lo arregla el estado y además es gratis), pero con partidos políticos y elecciones libres. Todavía no se ha convencido de que lo de los partidos y las elecciones realmente no tiene importancia.
Ciudadano 6, trabajador liberal al que afecta teóricamente menos la crisis porque tiene tal cantidad de itinerarios para escaquear los ingresos que, aunque le cierren alguno, sabe que siempre habrá escape porque los que deciden necesitan –en su propio beneficio- esas salidas.
Ciudadano 7, aquel que tiene pequeños depósitos en los bancos y manifiesta su cabreo porque el Estado (otra vez), los haya nacionalizado para evitar –entre otras cosas- que sus depósitos y los del Estado se vayan a la m… Aboga por hacer lo mismo que intentaron en Islandia: que los depósitos que os extranjeros tenían en sus bancos, los devolviera el “sursum corda”, no ellos.
Ciudadano 8, sindicalista liberado, al cual le hacen la puñeta si tiene que volver al tajo y a su compañera la despiden del sindicato al quedar éste sin subvenciones públicas.
Segurísimo que habría más ciudadanos, y dentro de los nombrados multitud de matices. Pero también es seguro que algunos no apoyan las reivindicaciones de los otros. Y sin embargo van todos juntos. Y lo que es peor, detrás de aquellos pancartistas que han tenido mucho que ver en el incendio que nos consume y que ahora se presentan como bomberos.
Así surgen improperios por encima de opiniones. El más utilizado es el de “hijo de puta”. Está en todos los foros de internet. Es posible que con él se quiera manifestar una impresionante situación de indefensión ante lo que ocurre. Pero también es cierto que ese tipo de expresiones, al margen de su valor catártico, calientan en exceso y a alguno le hacen perder los límites y en muchas ocasiones la memoria.

viernes, 6 de julio de 2012

Equipo


Soy consciente de que el tema de hoy no será original; ni siquiera su enfoque. Sin embargo ese valor es el que me ha obligado, prácticamente, a tocarlo, más como necesidad personal que como ejemplo.
Durante los últimos días, además de asistir a coloquios, y debates relacionados con nuestra selección de futbol, unos más afortunados que otros, hemos asistido a una línea de noticias que al final se ha agotado –cuando menos en su momento más efervescente-. La “roja” ha dado de comer a infinidad de opinólogos, muchos hosteleros, bastantes políticos… durante cerca de 30 dias. Todo valía. Tirar de estadística donde se demostraba que la selección no ganaba a… desde tiempos de Cascorro; donde se decía que los nuestros nunca habían marcado un gol en el minuto 33; donde se señalaba que estadísticamente, nunca, jugando de amarillo habíamos empatado con…; donde alguien recordaba que desde los tiempos de Zarra no llovía en el momento en que un jugador daba un pase para que otro marcase con el hombro… En ocasiones se tiraba de hemeroteca, en otras de estadística (esa ciencia que vale para todo) en otras simplemente se inventaba una situación para abrir una línea argumental, o se utilizaba un lapsus para criticar profesionalmente a alguien…

Solamente algunos dedicaron su tiempo  a analizar un hecho muy diferencial de otras selecciones: había un equipo.

Y no me refiero a una de las clasificaciones de los deportes. Hablo de equipo en sentido amplio: de conjunto de hombres con un objetivo común  que,  para no permitir desviación en el mismo, conjuran sus comportamientos pegándolos a sus cometidos.

Y conste que eso es muy difícil de mantener cuando, como aves carroñeras, los medios de comunicación buscan, inventan o provocan, situaciones que serían noticia si se produjeran y que darían para seguir “chupando del tetu” otros 30 dias. Esta vez no lo han conseguido,  como tampoco lo consiguieron hace dos y cuatro años. Sencillamente porque eran un equipo y se cuidaron de no entrar en las caleyas que les inventaban con el fin de salpicarles de barro.

Aún siendo un sentimiento muy personal, las referencias y presentaciones microfónicas de Pepe Reina, han sido para mí de un gran alivio. Porque he visto que todas son ciertas. Incluso aquellas más íntimas que soltó sobre algún compañero. Se destaca el carácter de showman pero a casi nadie se le ocurre señalar que Reina se dedicó a desnudar limpiamente un equipo. Las lisonjas son fáciles e incluso algunos no se ponen colorados al emitirlas. Pero no es el caso por muy escarmentados que estémos sobre la utilización torticera del lenguaje por parte de los políticos, y la elevación de la mentira a categoría AAA como diría alguna agencia de esas.

Es imprescindible que alguien haga de coraza del equipo para que le lleguen la menor parte de imbecilidades. Esa coraza la suele poner el mister con sus hombres. A buen seguro que hay muchos anónimos entre ellos  que de una manera extremadamente elegante, en ocasiones, despejan cuestiones absurdas planteadas por los medios de comunicación o temas provocadores y falsos que podrían hacer mella en la cohesión del grupo.

jueves, 24 de mayo de 2012

Las Autonomías ahora

El apretaje de cinturón exigido por el Gobierno central a las CCAA para cumplir el 1,5% de déficit en el presente año presenta una serie de dificultades que vienen a volver a poner en cuestión la eficacia y sentido del Estado Autonómico.

Me explico. El Gobierno central exige unas cuentas que permitan como máximo un 1,5 de déficit en 2012. Partiendo de ahí, hay que ver de donde y cuanto se va recortando para llegar a ese objetivo. Hay comunidades que no quieren recortar en Sanidad y Educación pero Madrid les va a recortar los fondos que remite para esos servicios. En consecuencia deberán sacar de otro sitio para tapar ese agujero. Pero entonces, ¿Qué ocurriría?. Pues que esas comunidades ofrecerían servicios en sanidad y educación que otras no van a poder ofrecer, aumentando de esa manera las diferencias entre CCAA al menos en esos servicios, lo cual viene a marcar de manera más drámatica todavía el hecho de que no todos los españoles somos  iguales en derechos. Y este es precisamente el drama de las CCAA: que hace españoles de primera,  de segunda, de tercera…

Seguramente los padres de la Constitución no querían ésto pero es lo que han conseguido. No se trata de saber si nuestros políticos se han pasado de rosca o si los culpables han sido los redactores de la Carta Magna; se trata de llevar a la práctica el principio de que todos los españoles tenemos los mismos derechos, cuando menos. Y si no son capaces de marcar unos mínimos que puedan ser exigidos por todos, pueden provocar movimientos migratorios hacia los lugares mas avanzados, con mayor PIB, con menos presión fiscal, etc, etc. Es decir, un galimatías en donde las cosas no son como dicen que son sino muy distintas.

Cuando se creó el Estado Autonómico alguno de los motivos eran los siguientes: Atender los afanes de autogobierno de determinados territorios para evitar reivindicaciones maximalistas y separatistas. Resultado: A la vista está. Otro motivo era procurar que los territorios tuviesen la posibilidad de mejorar su economía y desarrollo al tomar sus propias decisiones. Resultado: A la vista está. No hay más que comparar situaciones de 1978 y ahora. Todos en el mismo sitio. Bueno, todos no, Asturias se ha descolgado una barbaridad. Conste que no hablo de desarrollo socioeconómico, sino de datos comparativos. Tambien se pretendía acercar las decisiones a los ciudadanos. Resultado, las decisiones se han ido a Bruselas y aquí se han colocado unos ciudadanos que, o bien son siempre los mismos, o son sus familiares y amigos. Y además las decisiones ya no se toman en un solo sitio, sino en varios a la vez y no siempre coinciden.

El nuevo presidente de Asturias dice que recortará pero no desguazará. Vuelve el lenguaje utilizado torticeramente para que los idiotas de turno tengan argumentos para repetir, aunque no sepan lo que significa. Lo final se vé: la mayoría de las comunidades en los últimos treinta y cinco años no han sido capaces de abandonar el puesto de salida; siguen en el mismo sitio. Comparen ustedes datos de antes de la Constitucion cuando solamente éramos regiones, con los actuales. Verán que la parrilla y el orden no ha variado en absoluto. Solamente ha variado para políticos y familias que se han subido al tren. Pero para los de a pié, para el españolito de infantería, nada de nada.

martes, 8 de mayo de 2012

Ahora lo entiendo mejor


Cualquiera con un mínimo de conciencia y sensibilidad es capaz de solidarizarse con el dolor de aquellas personas que han perdido el contacto con un ser próximo, de manera abrupta, a través de un secuestro, un asesinato, una huida, o cualquiera otra forma, y que no son capaces de encontrarlo ni vivo ni muerto, alimentando un sueño profundo y doloroso durante mucho tiempo, derivado precisamente de “no saber nada”.

Cuando nos presentan los medios casos sangrantes como los de los niños de Córdoba, los de la chica de Sevilla, y muchísimos más, se nos revuelve el cerebro y pensamos inmediatamente en el infierno que están sufriendo en vida sus próximos.

Indudablemente la distancia es abismal pero a mi me acaba de ocurrir con mi gato. Nano era nieto de Musi que nos había acompañado durante quince años y que, al marchar, quiso dejarnos algo que prácticamente era igual que él. Rubio, meloso, jugueton… Para que no tuviera determinado tipo de problemas decidimos castrarlo y durante el año y medio que estuvo en nuestra casa (en el campo) tenía libertad y a veces tardaba 12 horas en venir. Pero siempre que salias al exterior y le gritabas llamándolo, tardaba poco en aparecer. Jugaba con su hermano Mois y en vacaciones con su primo Tizón. Siempre dormía en casa, incluso en la cama, debajo de la sábana y apoyando la cabeza en mi hombro. Solo cuando tenia mucho calor salía a dar una vuelta por la casa, bebía y volvia al mismo sitio avisando con el hocico y la lengua para que se le hiciera sitio.

Y el domingo, salió a las ocho de la mañana y ya no volvió. Lo buscamos y llamamos hasta la extenuación, pero sin respuesta. Incluso su hermano apenas sale de casa pese a que era un pispante (no está castrado). No sé si tiene algún nivel de conciencia de lo que le pasó a su hermano pero no está de humor.

Y es en este momento cuando el no saber que ha sido de él, no saber si está vivo o muerto, no saber si está sufriendo en algún sitio, no saber realmente lo que pasó se convierte en un pequeño infierno. Nada comparable a lo que ocurre con un ser humano. Pero precisamente este dolor del “desconocimiento” me ha permitido la vivencia en pequeño de lo que estarán sufriendo los padres de Marta, la madre de Ruth y Jose, y tantos otros en situación similar. A veces no entendía del todo la petición que hacían de que “necesitaban ver, incluso un cadáver”. Ahora lo entiendo mucho mejor. El desasosiego que provoca el “no saber nada” es el peor de los escenarios, y el peor de los infiernos para los allegados. Realmente debería ser una tragedia en vida para los causantes de ese dolor. Y sin embargo es al revés.

Algo falla en nuestra civilización para que en ocasiones la confusión se apodere de quienes no tienen ninguna culpa y sin embargo en los realmente culpables no se aprecia ni siquiera un rictus de dolor. En algún lugar, en algún tiempo esto tiene que corregirse.

Y el dolor no se mitiga con el recuerdo aunque éste ayude a llevarlo. En mi caso cuando Nano se retorcía entre mis rodillas, mostrándome su barriga para que le rascara, o el lomo para que le acariciara, y su agradecimiento abrazando sin sacar las uñas, o arrastrando el lomo contra mis piernas, o corriendo y volviéndose loco detrás de una bolita de papel de albal. O haciendo “rodillo” con sus manos en el rollo de cocina, o jugando a esconderse para dar un salto cuando se sentía descubierto. Y como no sabemos nada de él, más de una vez vuelvo la cabeza mirando a la ventana, con la sensación de que está detrás esperando a que le abra.

No sé como llevaran el dolor las personas a las que me he referido y otras de casos similares. Imagino que muy mal y muy pocas cosas se lo aliviaran mientras no lleguen a “ver” a su ser querido en la situación que sea, pero verlo. Solamente en ese momento podrán empezar de nuevo. Si no es así se irán con la melancolía que a ellos les ha impedido vivir con plenitud mientras a los culpables les hacen entrevistas en TV y prensa, les pagan por sus relatos… ¿Pero en que civilización vivimos?

miércoles, 11 de abril de 2012

No disparen al funcionario

Los funcionarios son esos señores y señoras que un buen día aprobaron una oposición en busca de un empleo estable. Su sueldo era seguro, pero escasito. Es más, cuando estalló ese tsunami de falsa prosperidad y este país se llenó de nuevos ricos, su sueldo, en comparación, era claramente una puta mierda. No obstante, la gran ventaja que tenían (esto lo valoran ahora) era que nadie se metía con ellos: en todo caso, si alguien les señalaba, era para compadecerse de su pobreza.

-Mira ese pringao: veinte años en la Administración, y gana al mes la cuarta parte de lo que yo saco en mi empresa sólo en horas extras.

Pero un día la crisis estalló y España, que estaba a punto de adelantar a Francia, según ZP, luego de haber pasado a Italia, empezó a irse al carajo. Resulta que la economía de este país se había basado casi única y exclusivamente en una burbuja inmobiliaria que nadie quiso pinchar a tiempo, y, cuando explotó, lanzó de golpe contra las oficinas del INEM a tres millones de parados. La recaudación fiscal cayó en picado y, como al mismo tiempo aquí se había despilfarrado en obras absurdas lo que no está escrito, corrupciones aparte, la deuda y el déficit se dispararon, se empezó a hablar de quiebra y el gentío volvió la cabeza hacia los culpables de tanta ruina: los jodidos funcionarios, que cada mes se llevan a casa su sueldo calentito, un sueldo que ahora, en comparación con tanto "ni-mileurista" como hay, es muy apetecible.

"¡Es que la partida destinada al pago de las nóminas de los empleados públicos no deja de crecer!", protesta el gentío. Y lleva razón: tanto en la Administración Central, como en la Autonómica y la Local, cada día hay más gente colocada a dedo y más asesores. Los funcionarios de carrera, o sea, por oposición, no crecen porque sus bajas ya no se cubren, pero cada vez hay más enchufados.

Los gobernantes lo tienen muy fácil a la hora de estrangular a los funcionarios: el gentío ha sentenciado que hay que ir a por ellos. El gentío no distingue entre el burócrata que no da un palo al agua en su negociado (¿para qué estará la inspección, oyes?) y el médico que no da abasto en urgencias, y los dos son funcionarios. Por eso los empleados públicos lo van a pasar francamente mal en lo que queda de crisis. ¡Les van a recortar hasta la calderilla!

-A ver, usted que tenía diez trienios, a veinte euros el trienio, va a pasar a tener cinco, a diez euros la unidad.
-¿Lo qué?
-Es que Bruselas nos ha dicho que a partir de ahora cada trienio tenga seis años. ¡Todo sea por rebajar el déficit, hombre, no ponga esa cara!

Si por el gentío fuera, incluso habría que fusilar a muchos funcionarios al amanecer, así nos ahorraríamos hasta sus futuras pensiones. Pero tampoco hay que pasarse. A no ser que el déficit se resista, claro.

Editorial publicado en "El Jueves" del 21 de Marzo de 2012.

domingo, 8 de abril de 2012

No tengo permiso del autor, pero es igual. Sé que me lo daría


La generación que construyó España


 “¿Quiénes son los pobres? Los nietos de los ricos”. Aforismo castellano

 Cuando analizas lo que ocurre en una empresa o una sociedad, debes buscar las causas que provocan su situación, porque sólo trabajando sobre las causas, puedes cambiar los efectos. Y no tengo ninguna duda de que una de las principales causas de la prosperidad que vivimos en los años pasados fue la actitud de la generación de nuestros padres, y una de las principales causas de la crisis, es haber perdido esa actitud.

 Recuerdo que hace años, un empresario brillante que viajó a China para hacer negocios, me comentaba: “China va a ser imparable. Cuando llegas allí el ambiente te recuerda la España de los años 70. Todo el mundo quiere trabajar mucho, ahorrar, comprarse su casa, su coche, que sus hijos vayan a la universidad… Cuando una generación está así centrada,
 no hay quien la pare” Este pensamiento me hizo reflexionar entonces y me ha vuelto a la memoria al contemplar a las tres generaciones que convivimos.

 Mis padres tienen en torno a 70 años, y siempre han sido un ejemplo de trabajo, honradez, austeridad, previsión y generosidad. Pertenecen a una generación que, como dice mi padre, les tocó el peor cambio: de jóvenes trabajaron para sus padres y de casados para sus hijos.

 Son gente que veían el trabajo como una oportunidad de progresar, como algo que les abría a un futuro mejor, y se entregaron a ello en condiciones muy difíciles. Son una generación que compraba las cosas cuando podía y del nivel que se podía permitir, que no pedía prestado más que por estricta necesidad, que pagaban sus facturas con celo, y ahorraban un poco “por si pasaba algo”, que gastaban en ropa y lujos lo que la prudencia les dictaba y se bañaban en ríos cercanos, disfrutando de tortillas de patata y embutidos, en domingos veraniegos de familia y amigos.

 Y tan sensatos, prudentes y trabajadores fueron, que constituyeron casi todas las empresas que hoy conocemos, y que dan trabajo a la mayoría de los españoles.

 Sabían que el esfuerzo tenía recompensa y la honradez formaba parte del patrimonio de cada familia. Se podía ser pobre, pero nunca dejar de ser honrado.

 La democracia significaba libertad y posibilidades y seguir viviendo en armonía y respeto.

 Y cometieron los dos peores errores imputables a esa generación:

 1)      “Que mis hijos no trabajen tanto como trabajé yo”. Nos
 cargamos la cultura del esfuerzo y del mérito de un plumazo,
 convirtiendo el trabajo en algo a evitar.

 2)      “Como tenemos unos ahorrillos, hijo, tu gasta, que para eso están tus padres”. Con lo que mi generación empezó a pensar que el dinero nacía en las cuentas corrientes de sus padres, que daban la impresión de ser inagotables y que los bancos eran unas fuentes inagotables de hipotecas, rehipotecas y contrarehipotecas.

 Y entonces, eclosionó nuestra generación (yo soy del 67).


La generación de los nuevos ricos, la generación de “los pelotazos”, del gasto continuo, de la especulación, de la ingeniería financiera, de la exhibición del derroche, la de lo quiero todo y lo quiero ya, la de “papá dame”.

 Y todos nos volvimos ricos (en apariencia), todos nos convertimos en gastro-horteras. ¿Conocéis a alguien que se atreva a comer un bocata de chorizo? Le corren a gorrazos por paleto. Ahora hay que comer hamburguesas deconstruidas al aroma de los almendros al atardecer. ¿Y qué decir del vino? Pasamos del Don Simón con Casera, al Vega Sicilia sin fase de descompresión. El vino ya no está “bueno”, ahora tiene matices a fruta del bosque, con un retrogusto alcohólico, que adolece de un cierto punto astringente, con demasiada presencia de roble.
 Esto, por supuesto, a golpe de docenas de euro, que para ser un “enterao” hay que pasar por taquilla. ¡Y es que pocas cosas cuestan tanto, como ocultar la ignorancia!

 Somos la generación de “endeudarse para demostrar que eres rico”.
 Increíble pero cierto.

 -          ¿Sólo debes 500.000 €? Es que eres un cutre. Mira, nosotros debemos ya 2.000.000 y nos están estudiando una operación por otros 2 más.

 -          Vosotros sí que sabéis sacar provecho al sistema… Ojalá yo algún día pueda deber esas cantidades. ¡Cuánto envidio tus préstamos!

 En Alemania no daban abasto a fabricar Mercedes, Audis, BMW para los españoles.

Irrumpió Europa en nuestras vidas y llegó en forma de mega infraestructuras que producían mega comisiones para todos los involucrados. ¡Viva el cazo! ¡Viva el yerno del Rey! ¡Que se besen los padrinos! Además llovían las subvenciones, nos daban una fortuna por plantar viñas y luego a los dos años otra fortuna por arrancarlas. Que llegaba un momento que no sabías si tenías que plantar o arrancar. A propósito, ¿Qué toca este año?

 Si algún “tarao” dice que hay que parar esto, se le lapida y  “que no pare la fiesta”. Por supuesto que todos estamos de acuerdo que esto es imposible que se sostenga, pero hay que empezar a recortar por el vecino, que lo mío son todo derechos esculpidos en piedra en la sacrosanta constitución.

 De la siguiente generación mejor no hablar (lo dejaré para otro post).
 Esa es la generación que dice el aforismo que será pobre, por ser nieta de ricos.

 Si somos incapaces de volver a los valores con los que se construye una sociedad sostenible, nos hundiremos, eso sí, cargados de reivindicaciones.

 En mi casa siempre he tenido un ejemplo vivo de cordura, honradez y esfuerzo. Y no han sido menos felices que nosotros. Los psiquiatras, de hecho, dicen que al revés, que han sido bastante más. Debe ser que la sencilla tortilla, el melón fresquito, comprar el sofá cuando se podía, poner las cortinas cosidas por nuestra madre, con ayuda de la abuela, trabajar y echarle huevos para emprender (aunque no lo llamaban así) no debía ser mala receta.

 Desde aquí quiero dar las gracias a mis padres y a toda esa generación que nos regalaron un país cojonudo, que nos hemos encargado de arruinar (entre todos, que todos hemos aplaudido la locura), y que sólo con que nos descuidemos un poquito más, le vamos a dejar a nuestros hijos un protectorado chino, donde serán unos esclavos endeudados y tendrán unas historias legendarias sobre la prosperidad que crearon sus abuelos, empeñaron sus padres y son incapaces de imaginar los nietos.

 Estamos a tiempo de cambiarlo, pero cada vez tenemos menos. Podemos encontrar maestros en casa.

Carlos Carballo Sieiro.

viernes, 16 de marzo de 2012

Ajedrez, ¿nueva asignatura?


El penúltimo globo mediático que aparece últimamente es el acuerdo del Parlamento Europeo para que el Ajedrez sea asignatura optativa. Así se plantea en los medios. Sin más. Luego se entra en las bondades del juego, las aplicaciones a la vida profesional y personal, etc, etc.

No se recuerda que el Parlamento Europeo no tiene capacidades ejecutivas, ni que la UE no tiene ninguna soberanía sobre los sistemas educativos de los países miembros. Que mas da. Lo importante es que durante una semana pueda hablarse en los medios de lo divino y lo humano relacionado con el ajedrez; que en las tertulias opinen sobre el tema incluso aquellos que no tienen ni idea de cómo se juega, que su federación está presente en el COI (tiene sus propias olimpiadas), etc. Desde un punto de vista estrictamente deportivo, aún estando tratado como deporte, en las clasificaciones habituales de los deportes, no suele aparecer como tal al faltarle alguno de los elementos básicos. Sin embargo, como juego de mesa está claro que el elemento de la imprevisibilidad del resultado tiene un papel ligerísimo y en consecuencia también está muy por encima de la mayoría de los juegos de mesa.

Es curioso, visto desde dentro del sistema educativo de este país, la cantidad de veces que algunos iluminados (generalmente con intereses) plantean la necesidad de que determinada cuestión debería llevarse a las aulas y elevarla al rango de asignatura. Generalmente a los que estamos dentro nos hace muchísima gracia la ocurrencia pertinaz de las propuestas que aparecen y desaparecen. Ahora es el ajedrez, antes era la Educación Sexual, la Papiroflexia, la educacion vial, etc.

No saben que en general el sistema ha incorporado, por la via legal o por la confeccion de algunos currículos en determinadas asignaturas o áreas, muchísimos de los elementos que, como instrumentos de aprendizaje, o como elementos pedagógicos, se destacan como interesantes en multitud de campos.

Yo he conocido compañeros que incluían el ajedrez como contenido de la asignatura de Educacion Física, o de Matemáticas, o de Sociales. Seguro que alguna otra Area también lo ha hecho. En otros casos eran contenidos transversales que, desde distintos enfoques, eran impartidos en distintas áreas.

Nadie duda de los beneficios del ajedrez, pero en temas de enseñanza deberían ser aplicables. No vayamos a caer de nuevo en experimentos realizados en el sistema, que unicamente han contribuido a ocupar de manera baladí un tiempo que debería dedicarse al estudio y a la formación, convirtiendo el juego en una meta cuando debería ser un medio y utilizado racionalmente.

Son modas que llegan y pasan. Pero también consiguen unas pérdidas de tiempo (cuando no tienen utilidad) que nadie valora pero que de alguna manera suponen no dedicarlo a algo más formativo. Y si no me creen, dedíquense a observar cuantas experiencias que  sin ton ni son, se llevan a la escuela, diciendo que enriquecen el tiempo de aprendizaje de los niños. En el fondo, tanto los niños como los viejos, suelen ser un público muy utilizable… y barato. En el caso de los niños, mucho no deben enriquecerse y si no lo creen, tiren de los informes PISA.

martes, 13 de marzo de 2012

Deficit fiscal


Está claro –al menos para mi- que la herencia negativa de los gobiernos de ZP va a condicionar la vida de este país en los próximos cuarenta años.
Dia a dia se conocen los excesos económicos pero esos vienen a tapar los excesos políticos. Pronto volverá a hablarse –ya se habla- del déficit fiscal de algunas comunidades autónomas. Sobre todo de Cataluña. De la diferencia entre lo que ingresa –al parecer- a las arcas del Estado y lo que recibe de éstas. Al parecer son miles de millones de euros.

Curiosamente no se habla del déficit fiscal de Extremadura, Andalucía, Asturias… porque en este caso habría que hablar (utilizando el lenguaje torticero) de superávit fiscal. El concepto ha calado y es una bomba de relojería que el señor ZP concedió al tripartito por necesidades propias políticas, y recogió en un Estatuto Catalán. Si el Estado de las Autonomías está haciendo aguas por muchos lugares, el déficit fiscal acabará siendo todo un misil en la línea de flotación del Estado.

Cuando a alguien se le ocurre trocear un todo conseguido después de muchos siglos, y otorgar derechos a territorios que han llegado a lo que son después de también siglos y en base a dar bocados a otros territorios, se arriesga a estas tormentas. Lo malo es que en el fondo a él le da igual. Cuando estalle el misil él, o estará lejos, o no estará.

Cuando un criterio ilógico empieza a aplicarse, todo el mundo tiene derecho a que se le haga lo mismo. Si Cataluña se queja de lo que aporta y lo poco que recibe, por qué no se va a quejar una ciudad (Barcelona por ejemplo), un Barrio (Moncloa por ejemplo), una manzana de viviendas (La gran Manzana, por ejemplo)… Entraríamos en una espiral sin final. Y eso sin hablar de aquello que tanto llena la boca de algunos (seguidores de ZP): la solidaridad. ¿Cómo se va a hacer posible congeniar solidaridad con reconocimiento de déficit fiscal?

Sigo abundando en que desde hace bastantes años, en este país tenemos profesionales de la política y no hombres de Estado. La diferencia está en la capacidad de crear y no en la de gestionar. Se han abandonado los principios para bajar al reparto. Cada uno debería analizar los elementos que se deben incluir en las balanzas fiscales aunque sería suficiente hacer el reparto en base a los derechos de los ciudadanos, no de los territorios y, en el reparto un elemento básico debería hacer que una parte del dividendo fuesen los ciudadanos y no admitir como única parte el territorio.

martes, 31 de enero de 2012

Elecciones anticipadas en Asturias


El simple recordatorio de que tanto el Estatuto como la Constitucion prevén la convocatoria de elecciones cuando una situación se vuelve ingobernable, debería ser suficiente para callar a los que no tienen otra cosa que decir, colocar en su sitio a cada cual, y respetar el ejercicio de una acción jurídicamente intachable.

Dicho esto, a partir de este momento puede empezar a analizarse cómo se ha llegado a esta situación. Y aquí, cada uno cuenta la feria a su manera. Unos –los incendiarios-, diran que a Foro le ha faltado cintura para llegar a acuerdos con su hermanastro. Otros dirán que esto viene a demostrar que aquí los únicos salvadores de la patria asturiana, somos nosotros. Y otros dirán lo que se les ocurra, sabiendo que ellos únicamente comerán las migajas que le dejen los salvapatrias.

Mi criterio es que la solución adoptada ha sido la correcta. El cainismo mostrado por el PP –no podía esperarse otra postura a la vista de la incapacidad de sus dirigentes para resolver sus problemas en los últimos cinco años-, no ha conseguido hasta el momento la muerte de su hermanastro. Pero lo ha intentado con todas sus fuerzas. La muestra última ha consistido en no dar ni pan ni agua, tratándolo incluso peor de lo que trataría a los oponentes ideológicos. En su afán destructor, no ha dudado en aparearse en distintas ocasiones con el partido socialista, dejando su trasero a la vista. Desde el nombramiento del Presidente de la Junta, situación contranatura vista desde cualquier lugar, hasta la enmienda a la totalidad de los presupuestos sin molestarse lo más mínimo en enriquecer el anteproyecto, aunque ahora el sr. Goñi  ejerciendo de Atila, se empeñe en intentar enharinar lo ocurrido mediante dudas, señalando que había algunos diputados de Foro que querían negociar. Hasta el más idiota sabe que para negociar se necesita disposición a hacerlo, y el que debería haber mostrado esa disposición era el PP, por cuanto Foro había hecho ya su propuesta.

A todo esto, al PSOE –diga lo que diga- le ha salido bien la jugada. Ha conseguido encizañar a una familia para que los demás crean que solo ellos tienen familia bienavenida. Pero claro, para conseguirlo, ha necesitado la colaboración de algún miembro de la familia encizañada. Ha perdido en que le han cogido con el paso cambiado y además, el pueblo asturiano tiene tal hartazgo de sus gobiernos que quizás no esté dispuesto a volverles a poner, al menos durante unos años. Y ello pese a ese alto porcentaje de votantes tan obnubilados que, hagan lo que hagan les votarán. Igual que ocurre en el PP. Las expresiones “no votaré nunca a…” son una muestra, no solamente de la idiotez social que en ocasiones nos engulle, sino de falta de madurez democrática. Ciertamente nunca he entendido por qué algunos partidos votan en contra de cuestiones que defienden, sencillamente porque las presentan los otros.

Estos seis meses de gobierno de Foro han conseguido algo: el asentamiento de un partido nuevo que ha recogido el hartazgo de una gran parte de la sociedad asturiana, harta ya de que “los de siempre” no hayan conseguido ilusionarla durante casi cuarenta años. Aunque solo fuera por eso, hacía falta un aire nuevo. Ahora algunos señalan que ha fracasado. Por favor, como se puede decir que un niño con seis meses ha fracasado… Si no le han dejado ni siquiera andar solo…

viernes, 27 de enero de 2012

Censura en la red


El tema más tratado por los internautas últimamente es la normativa por la cual Twitter ha decidido no publicar aquellos mensajes injuriosos o insultantes, con arreglo al sentido que ambos adjetivos tienen en nuestra cultura.
Cierto es que una gran cantidad de foros en general, y algunos temáticos de Twitter en particular, son generalmente infumables. Los insultos, palabrotas, etc, suelen ser el único argumento que algunos tienen para fundamentar sus opiniones. En ocasiones los insultos son genéricos y van dirigidos a colectivos o grupos determinados; en otras se dirigen a particulares. Todos ellos con un ropaje de anonimato que permite la red y que hace más fácil el mismo o cuando menos, más ………
Tambien es cierto que, en cuanto se autoriza moralmente algún tipo de control sobre las opiniones, sin garantías suficientes, se corre el riesgo de abrir una puerta que, aún estando cerrada, en ocasiones da la sensación de que es manipulada.
Sin embargo, en mi modesta opinión, además de constituir un tipo de violencia, los insultos no contribuyen a enriquecer un debate ni son en si mismo una opinión. A veces puede entenderse que la rabia no permite acudir al diccionario para encontrar las palabras justas con las cuales exponer un criterio, y el mismo se sentimentaliza autopermitiéndose un “palabro” insultante.
Hay dos temáticas que prácticamente recogen este tipo de lenguaje soez: la política y el fútbol. En este último, como los foros en ocasiones traspasan fronteras, el nivel de mala educación, insultos y en muchas ocasiones ofensas a la razón, marcan un nivel bastante difícil de superar. En algunas ocasiones, incluso, cuando se infiere a algún grupo de aficionados, las provocaciones pasan a ser físicas, citándose en algún lugar para, al más puro uso troglodita, intentar imponer la propia fuerza, entendiendo que la misma es equivalente a la razón.
Por eso a mi no me molesta el control que Twitter pretende imponer. Imagino que hará  públicas las normas a aplicar y devolverá a su progenitor el mensaje no publicado. Simplemente debe ser ecuánime y coherente. Y debe hacerlo una comisión cuyos miembros sean públicos y con formación jurídico-sociológica.
Porque, de algo de lo que no se habla habitualmente, es de la censura que muchos medios de comunicación que ofrecen servicios interactivos de opinión sobre sus noticias y artículos, vienen  aplicando de manera solapada, no publicando comentarios que van en la línea opuesta a la que ellos mantienen (y que no incluyen ningun insulto). Y ello a pesar de que te obligan a registrarte para opinar… No hay que señalar nombres, basta con observar los pocos comentarios que recogen y que habitualmente no llegan a la decena. Además, todos van en la línea del autor del artículo. Les invito a comprobarlo.

jueves, 19 de enero de 2012

La memoria


Sigo pensando que la idea que algunos defienden, de un contubernio universal dirigido hacia el dominio de una miniclase, no es más que un guión de película.

Y ello pese a que pueden localizarse algunas situaciones de estrategia que han podido llevar a pensar en la certeza del contubernio mencionado.

Por los años, a uno le han tocado varios sistemas educativos. Unos como ente pasivo y otros como ente activo. De todos ellos hubo uno ilusionante (1970) y otro que parecía serlo (1990). Otros varios se truncaron y no les permitieron desarrollarse.

El marcado por la famosísima Logse (1990) ha sido, a mi juicio, el más determinante para los tiempos que vivimos. Nos cogió inicialmente en un momento de desarrollo democrático, altamente ilusionante, porque fuera de él se veían muchas cosas nuevas, otras se notaban y algunas más de intuían.

Entre los principios que aguantaban aquel sistema que nacía, estaba el de evitar una enseñanza “memorística”. La memoria dejaba de ser una cualidad que se desarrollaba con el trabajo (igual que otras cualidades). Se nos decía que era absurdo memorizar hechos, fechas, datos… Sencillamente porque iban a  estar muy a mano cuando los necesitásemos. Para ello únicamente habría que desarrollar cualidades que nos enseñasen a buscar. Prácticamente todo el mundo estaba de acuerdo y siempre se repetía el mismo absurdo: ¿para que me ha servido a mi conocer la lista de los Reyes Godos?. Como si educación y utilidad fuesen la misma cosa.  Lógicamente cuando la gente tiende al descanso y al hedonismo, es fácil tirar de parábola torticera (que luego repetirá todo el mundo). Y así se comenzaron a imponer determinados instrumentos de aprendizaje y los docentes no parábamos de investigar, crear, copiar, etc. Conseguimos que la capacidad al final se quedase en “apreciación” y ésta se hacia en base a un concepto difícilmente medible como la madurez.  Incluso se habló durante algún tiempo de que desaparecerían los libros de texto. Se trataba de elaborar multitud de instrumentos que facilitaran el trabajo de los alumnos. Y ello aunque al final el resultado fuese el que ahora tenemos. Las fichas famosas, de colores, sencillas, los crucigramas, las sopas de letras… Todos instrumentos que hacían muy fácil el razonamiento inmediato. No necesitaban apenas acudir a la retención de datos en la memoria para ejercer la inteligencia, cuando sabemos que ésta es la capacidad de ordenar y utilidad los datos de aquella.

Así (aunque habría mucho más que señalar), llegamos, ayudados incluso por las nuevas tecnologías, a oxidar totalmente esa facultad invisible que a los humanos nos permite además, razonar.

Pero la memoria nuestra que ha desaparecido (casi), ha pasado a manos de otros. No recordamos ya, ni nuestro numero de teléfono. Decimos que no hace falta porque, además de no llamarnos a nosotros mismos, si  nos lo piden lo tenemos en la memoria… del teléfono.

Como consecuencia, hay algunos que manipulan la memoria para clasificar a determinadas personas; para señalar que lo que para unos es virtud, para otros es pecado; para contarnos como han sido algunas cosas y los que las hemos vivido sepamos que no fue así. Claro, utilizan la memoria que otros han conservado a su antojo y repiten hasta la saciedad cosas que son mentira.

Es la consecuencia de habernos dejado arrancar la memoria. La que era fundamental para el estudio y la formación personal. Incluso cuando había sido manipulada porque entonces eran pocos –y con pocos medios-los manipuladores. Ahora, desmemoriados, somos capaces de aceptar cualquier versión que nos comenten que sea “políticamente correcta”.

Intuyo que estamos en los inicios de un declive que, si no se detiene, nos llevará al caos. Para luego volver a empezar.

Reflejo de todo lo anterior es la cantidad de escritos y artículos que ahora critican los ajustes económicos y que no recuerdan –no tienen ni siquiera la memoria reciente- cómo hemos llegado a estos lodos. Está claro, entonces, que el sistema educativo ha funcionado. Aquello de “los que olvidan el pasado están condenados a repetirlo” ya no vale. Porque parece que todos hemos olvidado el pasado y por tanto… volveremos a repetirlo.

lunes, 16 de enero de 2012

Muy, muy interesante.


Tal como me lo han enviado. Se observa que TODOS los partidos estan enmierdados. Lo unico que ocurre es que los pequeños estan "poco" enmierdados. Lo estan en el porcentaje que les corresponde y si no lo creen, van el video
http://www.youtube.com/watch?v=08cJiM9QRAI

miércoles, 4 de enero de 2012

Preocupado

http://www.youtube.com/watch?v=T8cWjIGC6Kc&feature=player_embedded
Si no dijese que estoy preocupado, mentiría. Es posible que mi visión de las cosas sea sesgada, corta,  desenfocada. Lo puedo admitir. Sin embargo dia a dia, hablando con amigos y colegas, observo con qué fuerza hacen suyos argumentos de los medios de comunicación sin tener la más mínima curiosidad por buscar más información sobre la situaciones que provocan dichos argumentos. Hay una identificación peligrosísima de muchas personas con los “titulares” que presentan sus favoritos medios de alcoba. En muchas ocasiones ni siquiera leen los artículos. Se quedan con los titulares cuyo objetivo no suele ser hacer una sinopsis del todo, sino provocar una reacción en los conjurados y en los adversarios. Y digo que ni siquiera leen los artículos porque lo he constatado y he visto que en muchísimas ocasiones el titular poco o nada tiene que ver con lo que luego se dice.
Y mi preocupación es mayor precisamente por dos motivos: por la amistad profunda que tengo con muchos de los que siguen al pié de la letra el catecismo y cuya preparación debería ser suficiente para que profundizasen más en lo que se comenta, y en segundo lugar, por el adocenamiento que se palpa y que es usado de manera interesada por determinados grupos de presión, sean éstos políticos, sindicales, culturales, etc.
Y ahora con la red peor. Esta preocupación se ha vuelto a mostrar a tenor de una rueda de prensa de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, persona por otro lado, habitualmente en la diana de determinados colectivos, poseedora de multitud de anécdotas (la mayoría inventadas pero que quedan como leyendas urbanas), y causante en no pocas ocasiones de errores básicamente de léxico y expresión, errores que se agudizan cuando se sacan de contexto.
Y el último (o el penúltimo) ha sido en una rueda de prensa del pasado dia 29, en la cual, de los 40 minutos que duró, se ha sacado un corte de video de 10 segundos en el cual de manera poco afortunada –cierto-, da a entender que el personal interino ha sido nombrado a dedo. Explica luego lo que ha querido decir (sin que ningun periodista la interpelase sobre el tema). Pues bien, en YouTube circulan esos 10 segundos de video que han puesto en pié de guerra a interinos de la enseñanza. ¡Como si los problemas de los interinos fuesen de expresión y lenguaje¡. Iniciada la cruzada, pueden ustedes añadir todo lo que deseen para elevarla a nivel de guerra mundial. Ya no hablo de los epítetos, insultos, zarandajas, lindezas, etc, que le dedican a la Presidenta. Incluso deseos impronunciables, con tal nivel de animalada, que uno duda de la capacidad intelectual de quien los pronuncia. Curiosamente para calentar más el caldo, alguno ha rebuscado en la red llegando a poner como entrevista real, un squest humorístico de Gomaspuma.
El resumen sería que, pese a ser miembros de la sociedad de la información y tener más medios que nunca para acercarnos a la verdad, cada uno interioriza su verdad y, ante el temor de tener que admitir un error, no tiene ni el más mínimo interés en buscar el cuerpo del poliedro, quedándose únicamente en las aristas que más nos interesan.