miércoles, 4 de enero de 2023

OPINION Y CONOCIMIENTO

Desde hace casi dos décadas se viene apreciando en las tertulias e incluso debates sociales, la participación de personajes discutiendo generalmente sin argumentos (o con pocos) sobre cualquier tipo de temas. Y los medios de comunicación les han otorgado el título de expertos.

La nueva sensibilidad neutra de la sociedad ha aceptado esta realidad. Hasta el punto de que se ha apartado de la conversación el conocimiento dando entrada a la opinión. Y hay malabaristas de la opinión que discuten cualquier axioma o cualquier evidencia, únicamente a base de intervenir una y otra vez bordeando e incluso cambiando el tema de la discusión, con tal de seguir siendo protagonista de las intervenciones.

Y es una situación que no solamente se da en la barra del bar, sino en escenarios que en otra época estaban reservados a personas con conocimientos, respetuosos hasta el punto de dejarse convencer con los argumentos serios del interlocutor.

Ahora, cualquier programa de los medios de comunicación incorpora a sus debates a personajes capaces de hablar de distintos y distantes temas como si realmente entendiesen de todo cuando realmente rascando un poco, o simplemente escuchando, dejan ver su ignorancia supina (o relativa) sobre lo que se trata.

Y la sociedad, como ha ocurrido muchas veces, tolera, simplemente porque lo políticamente correcto sugiere no desnudar al ignorante, para evitar ir contra corriente. Generalmente porque es alguien público y conocido. ¿O es que la sociedad no tiene interés en el conocimiento?. No está bien visto decirle –y demostrarle- al que no sabe, que no sabe. Igual que es muy difícil que alguien reconozca que no sabe de algo. ¡con lo fácil que es decirlo! Sencillamente porque es lo habitual.

Ahora, cuando alguien que domina un tema, se explaya explicándolo ante un auditorio deseoso de empacharse de conocimiento, siempre alguien, confundiendo notoriedad con soberbia, aparece para discrepar por el solo hecho de opinar lo contrario, y sin ningún argumento que le apoye.

El conocimiento en la sociedad actual no vende. Incluso se le considera soberbia. Para eso está Google o Wikipedia lugares a donde recurrimos muchos dudosos. Y cada vez más