viernes, 19 de abril de 2013

El lenguaje de los Foros


Según mi criterio, los nuevos usos y abusos del lenguaje en las redes sociales acabarán modificando nuestro idioma en aspectos gramaticales, ortográficos, etc, de manera importantísima en un breve plazo de tiempo

A la amenaza que en otro tiempo venía casi de manera exclusiva de la presencia y penetración de otros idiomas (fundamentalmente el inglés), se le ha sumado un nuevo lenguaje cibernético que hará que acaben desapareciendo muchas expresiones (preposiciones, por ejm.) o cambiándose por signos de otros lenguajes (matemático, por ejmp).

Si ésto no fuese suficiente para la preocupación, parece todavía más preocupante  el lenguaje para expresar sentimientos (generalmente de odio) que se utiliza de manera habitual en los foros sociales; indudablemente en muchos casos, amparándose en el anonimato o cuando menos en la no presencia física, la cual, cuando menos, evitaría en parte (por miedo a la reacción) la utilización de esos epítetos..

El contenido del párrafo precedente podría ser objeto de corrección si, por parte de alguien y mediante acuerdo mayoritario, las aplicaciones a utilizar no permitiesen la presencia de determinados epítetos que son precisamente los que suelen cargar de basura los foros a que me refería. Así sus autores se verían obligados a buscar sinónimos (con lo cual estarían formándose y enriqueciendo su vocabulario) que no llevasen la carga violenta que algunos términos generan.

Entiendo que el acuerdo sería difícil y siempre habría alguien dispuesto a no participar en él o a violarlo, al igual que ocurre en los videojuegos, pero la sociedad , aunque a veces parezca lo contrario, es inteligente y al final no solamente entendería la medida sino que la apoyaría.

Las referencias que se twitean con respecto a personajes públicos, los deseos con alto tenor animal que se manifiestan, o los insultos y palabrotas que se recogen en muchas ocasiones sin venir a cuento, refrendan lo que pretendo explicar. No tienen más que entrar en foros deportivos, generalistas, políticos… En los otros foros (los de información, preguntas, técnicos, etc) el problema es de utilización de lenguaje y en éste la solución es mucho más difícil y, creo, acabarán dando un giro espectacular al idioma en las próximas décadas.

martes, 9 de abril de 2013

Tertulias


Mi situación personal actual, me permite dedicar el tiempo a lo que me da la gana. Nuestro expresidente Zapatero lo dedica a contar nubes. Yo he probado y realmente es entretenido pero a base de hacerlo un dia y otro, acaba aburriendo porque hay algunos días –pocos-sin nubes.
Por eso lo ocupo últimamente con las tertulias de la tele. He visto en las encuestas del CIS que la gente da credibilidad a la tele, en primer lugar; luego a la radio, etc, etc.  Realmente no sé como diferencian porque todos hablan de lo mismo y sin embargo, en la tele, se les ve la cara a los opinadores. Con un mínimo de observación de lenguaje corporal, y otro poco de oído, uno enseguida se da cuenta de que la mayoría de los tertulianos no tienen ni idea de lo que hablan. Y por eso se permiten hablar de todo expresando los mismos mantras al margen del medio en el que se expresen.
Si algo no tienen las tertulias televisivas –a mi juicio- es rigor y en consecuencia tampoco credibilidad. Ocurre que en este país somos muy aficionados a colocarnos (o a que nos coloquen) en determinado bando. Así, si no eres del Madrid, eres del Barça; si no eres del País, eres del Mundo; si no eres del Psoe eres del PP, si no eres del norte, eres del sur, y así sucesivamente. Por eso en las tertulias televisivas están un grupo de tertulianos que siempre son los mismos. Y por eso ya se sabe lo que van a decir en la tertulia: generalmente lo mismo que dijeron en la otra.
Han sido capaces de cambiar el nombre de lo que antes eran Debates, por el de Tertulia. Ya solo falta que lo hagan en el bar (algunos tienen bebida y comida) para que realmente sea una tertulia de chigre como decimos en Asturias. Y en una tertulia de chigre se dicen muchas cosas, sabiendo o no sabiendo, opinando a la ligera o callando… Al fin y al cabo no se trata de crear opinión, sino de pasar el rato.
Pero en la tele es otra cosa. Se crea opinión. Y si se miente en los datos hay muchos espectadores que los repetirán fundándose en que “lo dijo la tele”. Y como decía aquel escritor, “me he dado cuenta de cómo mienten los periódicos porque han hablado de cosas que conozco muy en primera persona. ¿Qué no harán con lo que desconozco?
Entre los tertulianos (no los considero en general periodistas) hay algunos que aportan datos para respaldar su criterio; otros que repiten como cacatúas lo mismo que han dicho como opiniones y utilizan habitualmente el “según mi criterio”, otros que hacen de ambientadores, es decir, no aportan más que una ocurrencia para tapar “el olor”, el cual vuelve enseguida.
Pero si algo me preocupa de las tertulias actuales, además de su general falta de rigor, es el como calan en alguna gente, en esa gente moldeable del “corta y pega” que no se preocupa por elaborar su propio criterio (con fundamento como diría el cocinero), sino que le resulta más fácil el copieteo. Por eso cuando le pides datos de su opinión no saben qué decirte mas que aquello de “lo dijeron en la tele” o “lo pone el periódico”. Este es precisamente el camino del adoctrinamiento… y por él caminamos.

viernes, 5 de abril de 2013

Hipotecas y deshaucios


El último año en base a situaciones muy desgraciadas de mucha gente, ambos conceptos han sido mezclados de tal manera que la mayoría de la gente no distingue entre uno y otro.
Si al hecho se le suma la iniciativa legislativa popular –a la que me he sumado- y los escraches protagonizados por la Plataforma Antideshaucios, unido todo ello a las vinculaciones extrañas de su cara más visible y a declaraciones poco afortunadas de sus dirigentes (¿), la confusión todavía es mayor.
A mi me gustaría que en los actos públicos que provocan cuando intentan paralizar un deshaucio, nos diesen un resumen de los hechos de aquello por lo que protestan porque dan la impresión de que todos los deshaucios son motivados por impago de hipotecas, y este impago en todos los casos está provocado por una situación económica al borde del abismo. Y es que no siempre es así aunque quizás sea cierto en aquellos casos más mediáticos que presentan en los medios y en concreto en la televisión.
Me gustaría que también estuviesen organizados aquellos propietarios de clase media que llevan años intentando deshauciar a arrendatarios sin conseguirlo por la lentitud de la justicia y que cuando lo consiguen encuentran su piso en una situación de destrozo generalizado sin que esté en su mano ninguna opción de reclamación sobre los culpables.
 
Conozco casos en los cuales hay arrendatarios de pisos a los cuales hay que llevar al juzgado por impago –y pueden hacerlo- al menos una vez al año. Y cuando el juez les da el ultimátum, pagan todo lo que deben y a partir de ese momento vuelven a dejar de pagar. Un caso de un amigo va ya por la tercera vez que realiza la misma operación y al parecer, para seguir.
Y esos también son deshaucios. Y no por impago de  una hipoteca de un banco en la cual han engañado el receptor de la hipoteca. Por eso tengo mis dudas no tanto en los miembros de la Plataforma sino en sus voceros, en sus representantes. Cuando acabe esta protesta empezará otra sobre otro tema –legítimo- y a buen seguro que los voceros de la Plataforma encontrarán su sitio en un partido político, cuya culpa también ha sido importante en el problema actual porque éste no es de hace un año. La única diferencia está en que ahora hay otro partido en el gobierno y la veda y la libertad, está más abierta que nunca.
Y acabo de ver en un programa de TV como un portavoz de la plataforma, utilizando la estrategia habitual de los tertulianos actuales, no solamente no ha escuchado los argumentos de sus compañeros de plató sino que no ha parado de hablar de manera impertinente utilizando ese lenguaje que tanto gusta y que sería totalmente desarmable si, al menos, estuviese callado dos minutos para escuchar otras opiniones. Hasta tal punto ha estado impertinente (valor en alza últimamente) que ha hecho llorar a una compañera al explotar su indefensión sencillamente porque no le permitia hablar.