domingo, 20 de diciembre de 2009

Memoria histórica, ¿y ahora qué?


El enfoque esperpéntico que este gobierno ha hecho de la MH (memoria histórica) nos está llevando (y nos llevará) a situaciones que, si no fuese por la carga dramática sentimental y cierta (en algunos casos)que tiene, provocaría hilaridad exagerada con el consiguiente riesgo para la salud.


El último resultado está en Granada. En el lugar donde se suponían los restos de Lorca y otros acompañantes y que, después de bastantes agujeros, nada de nada. No hicieron caso de los sentimientos de los familiares que deseaban no se tocase el lugar y seguir con la historia de que, ciertamente, estaban allí los restos del familiar. Parece que no sé qué penitencias sin cumplir, dieron legalidad a los sondeos y se empezó el esperpento.

Finalizó creando un problema más, y sin resolver ninguno de los que pretendían (¿). Y el problema creado es que dejaron a unos familiares perdidos en el limbo, con un desasosiego olímpico al pensar que, tanto ellos como otros que ya no existen, habían perdido una referencia familiar que daban como válida. Y lo que es peor, nada ha venido a ocupar esa referencia. Algo así como la cantidad de pijadas que, desde hace cinco-seis años, vienen aplicando los mandamases, retirando creencias de muchísimos años, para no poner nada en su lugar: únicamente la tertulia permanente y vacía de si vale más una duda razonable que una creencia aceptada. Lo cierto es que, al inclinarse por la primera, siempre será duda, aunque sea razonable. La otra nunca será duda, excepto que el iluminado de turno utilice su poder y nuestro dinero para confirmarla.

Y es que este tipo de errores salen gratis. En consecuencia no tiene ningún mérito abrir la caja de Pandora porque sabes que no te pasará nada. Les pasará a otros.

Porque estoy completamente seguro de que, algunos (no todos) los motivadores de saber qué ha sido de sus antepasados, a buen seguro, tienen antepasados que saben donde están y no se les ocurre ir a visitarlos, ni siquiera cuando hipócritamente acude la mayoría en la fecha que conocemos. Lo único que desean es la “mediatización”. Los restos les importan un comino. Por ello era entendible la postura de la familia de Lorca. Sabía a donde deberían ir para “fisicalizar” los recuerdos. Ahora ¿A dónde irán?.

No nos lo dicen, pero con toda seguridad que en el afán minero destapado por determinada gente ha dejado situaciones más dramáticas que las que “querían” solucionar. Sabemos de los huesos amontonados en una vieja escuela de un pueblo de Teruel, sabemos del esperpento granadino, pero a buen seguro que hay más. Me gustaría conocer la lista.

Sabemos que el especialista en abrir cajas de Pandora es el mismo que nos gobierna desde hace unos años. Parece aquél que decía el humorista: El que es capaz de crear un problema para cada solución que ya tiene.