Uno no acaba de acostumbrarse a la interpretación que dan los políticos a las palabras. Recientemente un vasco habló de que "ETA va a zumbar". Cuando éramos niños se hablaba de que vamos a zumbarle la badana a uno, a otro. Zumbar era sinónimo de pegar pero de manera no dañina.¡Le han dado una zumba!, daba a entender que a alguien le habian dado un escarmiento infantil. Pero ¿que tiene de infantil ETA?. Da miedo en ocasiones, pensar la cantidad de idíotas que tenemos entre los que nos representan y el poder que en un momento dado pueden tener. Las "zumbas" de ETA sabemos donde acaban siempre. Tambien es cierto que quien ha utilizado la palabra, sabe que lo normal es que nunca le zumben a él. Pero no deja de ser temerario lo que dice y por supuesto indignante para aquellos que probaron las zumbas de los asesinos.
Con menos miedo, pero tambien con miedo, vemos que los políticos dan a las palabras el significado que les viene en gana. El diccionario no sirva para nada. Así trasvasar no es llevar agua de un recipiente a otro, sino recoger algunas pérdidas de liquido que se pierden, y ello de manera provisional. Antes habian dicho que nunca trasvasarían.
Pero lo que más miedo da, es la ñoñería y el pasotismo de la sociedad que se ha instalado en la resignación, y le acompan en ella los que tienen oportunidad de expresarse masivamente en los medios, los cuales generalmente entran tambien en la dialéctica del significado de las palabras, en vez de aclarar lo que realmente significan.
Sencillamente temerario todo. Veremos donde acaba.
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