“…además ha asegurado que cualquier opositor con siete años de
experiencia con una nota cero en una oposición, se sitúa por delante de
cualquier opositor con una nota de al menos un seis, y con doce años de
experiencia estaría por delante de otro opositor que sacase un 10.”
El texto anterior forma parte de la
respuesta del Consejero de Educación a una pregunta de un diputado de Foro
Asturias en relación con la estabilidad de los profesores interinos mayores de
55 años.
Es indudable que la pregunta del diputado
(que debe conocer muy poco de la historia de los interinos), quizás no ha sido
planteada de manera adecuada. Por ello, el Consejero (cuyos datos son más
frescos y ciertos), le ha dado en toda la quijada. A veces me pregunto qué tipo
de asesores tienen los grupos políticos… Me respondo a mi mismo que deben ser
familiares…
Pero el fondo del tema es que Genaro Alonso
(Consejero), está en lo cierto. El resumen de su intervención debe haber sido
un caldero de agua helada para los jóvenes, que acaban de finalizar la carrera
(o hace poco que lo han hecho), y que están hartos de hacer cursos y cursillos
con el único objetivo de sumar puntos en la posible oposición.
Pero de ahí a recordar que si alguien
obtiene 10 puntos en la oposición (máxima puntuación) pero no suma ninguno más
por otros conceptos, estaría por debajo del que suma 0 puntos (cero patatero)
en la oposición pero tiene más de diez años de servicios de interino, eso,
cuando menos, es realmente patético. Pero es cierto y no es de ahora sino que
lleva más de 25 años siendo así, o casí.
Un amigo que formó parte de Tribunal de
Oposiciones hace más de veinte años me comentaba en su experiencia que,
aplicando los criterios vigentes entonces (similares a los actuales), un
opositor de su tribunal que había obtenido un 10 en los ejercicios, quedó
entonces muy por detrás de otros muchos que habían obtenido menos de 2 puntos.
El creía entonces que alguien que había –con el sistema existentes- demostrado
una preparación excelente, se habría perdido para la enseñanza pública debido a
las incoherencias del sistema. Y esto, cuando menos, es totalmente injusto.
Cierto que en estos últimos veinte años ha
habido algún intento de corrección pero la presión sindical ha conseguido que
quede en nada. Comprensible si se entiende que los sindicatos defienden a sus
afiliados…
Pero el sistema es totalmente injusto
porque cierra el acceso a gente muy preparada que, seguramente se irá a la
enseñanza privada o concertada, o a otros segmentos laborales distintos. Y no
es cuestión de responder con la frase que generalmente utilizan algunos
profesores interinos de “¡si hemos servido hasta ahora…!.
Está claro que el actual sistema de
oposiciones no sirve para lo que pretende. Sirve únicamente para filtrar, pero
si se filtra a los que precisamente parecen más capacitados…
Finalmente señalar que lo que resulta
realmente patético (aunque sean expresiones políticas), es que un Sr. Consejero
las refrende y las dé por válidas. No tendrá respuesta porque los recién titulados
no están organizados ni nadie los organiza. Cuando empiecen a coger peso, les
oirán.
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