Tengo familia en Cataluña al
igual que la gran mayoría de los españoles, y me preocupa el viaje que ha
marcado un marinero de agua dulce como Mas
y su tripulación.
Y me preocupa más desde que
alguien de mi familia a través del Wasapp me ha hecho llegar mensajes de
preocupación (más bien miedo), en función de lo que observa en la calle y en
los medios.
Mi pariente se define como no
independencista, pero me remite una foto con el símbolo de la “V” de la Diada
Independencista. Y ahí está precisamente lo que menos entiendo. Si no te
sientes independencista, ¿por qué les
haces el juego?. En los textos que me remite repite que no tiene “mucha cultura”
pero que vive la calle “dia a dia”. Me dice que en Cataluña ”las tragan gordas”
porque “tenemos muchos pagos”. Los jóvenes estudiantes están preparándose para “saltar
a la calle”, “los moros tienen mucho poder” y “se hace lo que piden”, además
hay “muchos sudamericanos y pakistaníes, y chinos que llevan las mejores
tiendas”; aquí “hay miedo”.
Ciertamente me ha preocupado y al
mismo tiempo me da miedo como la propaganda puede introducirse en un pueblo a
base de aislar la opinión, buscar fuera el origen de los problemas, y
victimarse con las situaciones. Verdadero miedo. Porque los que hemos leído la
historia y vivido situaciones parecidas, sabemos el final.
Me dice que si entra algún vecino
en su casa y no está viendo la emisora oficial de TV, puede que el vecino ya la
clasifique y además cuente “lo que le da la gana” en la charla del patio. Y si
compra algún periódico que no es “del grupo de los oficiales”, si no lo esconde
se arriesga a problemas verbales. Incluso cuando lo tira a la basura debe
ocultarlo. Y a la vista de los problemas solo ve y lee lo oficial. Le sugiero que utilice internet para informarse, porque es más privado. Yo quería
decirle que es importante que dedique, al menos el mismo tiempo, a leer-ver
medios no catalanes, porque éstos se deben a su amo, al que les da el dinero
que luego no tienen para atender problemas reales de los ciudadanos. Le digo
que el problema que tienen es de políticos, de gestión… Y me da la razón, pero
luego, en las elecciones vuelve a dejarse llevar por el mensaje subliminal de
la calle y vota a los mismos que están llevando a su país al abismo del
enfrentamiento social cuyo final podemos prever, final que al final será
dramático para todos menos para los que han llevado el barco hasta ahí, los
cuales se irán de rositas, seguirán viviendo cojonudamente y dentro de otros
trescientos años, sus burgueses descendientes volverán a tener mando en plaza,
incluso con homenajes públicos, y vuelta a empezar. ¡Una verdadera pena!
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