Cierto que cada año de elecciones –fundamentalmente municipales- reaparecen en el país vasco los violentos para intentar meterse en los ayuntamientos. No les mueve el interés social, sino su propio interés. Basicamente tener acceso a dinero para continuar su objetivo y financiar parte de sus acciones violentas. Todo esto está demostrado, aunque falta algún valiente que se introduzca en los bajos fondos de los concejos que han controlado para sacar a la luz otro tipo de corrupción que permite matar con el dinero del asesinado.
Pero no era la introducción el motivo de este aporte. Eran las declaraciones aparentemente contradictorias (y realmente complementarias) de miembros del PSOE, haciéndose unos los duros y otros los misericordes para llegar (impregnando la toga en el polvo del camino) a aceptar la presencia de los violentos en los ayuntamientos vascos.
Y así algunos dicen que los que quieren participar son los buenos y que no son parte de los malos, atreviéndose a pedir “generosidad a las victimas”(recientemente el sr. Lopez), mientras otros del mismo partido dicen que nada de nada. Al final el Supremo “adaptándose al momento político”, pero en nombre de la libertad (esa misma libertad que asesinan los “hijos pródigos”), posiblemente les vuelvan a dejar meter manos en los duros públicos.
Aunque tengo muy claro que en este tema deben hablar solamente las victimas, mi opinión es que “habrá que ser generosos, pero únicamente cuando hayan entregado las armas, y ellos se hayan puesto a disposición de la justicia”, y eso sí, siempre que las victimas participen y decidan.
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