Confieso que me preocupa. A veces dudo de lo que leo e
incluso de lo que veo. Y también a veces soy capaz de concluir que me están
engañando.
Es posible que la jubilación me haya hecho más desconfiado,
y que el tiempo disponible me permita escudriñar en algunas noticias para saber
de su certeza o manipulación. Porque realmente toda la tecnología que está en
nuestra mano, nos permite cada vez más, disfrazar una mentira con apariencia de
verdad. Si a ello se une la elementalidad del discurso chatista, y la
aplicación de una sensación o sentimiento, por encima de la certeza, el caldo
está en su punto.
En el debate (sobre todo político), llama la atención el
argumentario de algunos. Nunca profundizan en lo que se plantea, sino que
responden como si estuvieran acosados, con expresiones que realmente no tienen
nada que ver con el tema. Lo que se conoce como el “y tu mas”. Justifican
algunas situaciones, alegando que antes se produjeron otras (tengan o no que
ver con la que se plantea), iguales, pero con origen y final distinto. Más o
menos una expresión como “Mas se perdió en Cuba”, vale para cualquier debate.
Y esto en relación con los temas de debate, porque si a las
formas nos referimos… ¡Valgame Dios!. Hay tertulias en las cuales, las
discusiones de chigre son más educadas. Parece que la provocación ha empezado a
ser un valor en la cotización periodística…
Es indudable que mucha gente se queda en los titulares de
las noticias. Le da igual lo que el desarrollo de la misma diga, incluso cuando
no tiene nada que ver con el titular. ¿Y cuando los titulares se estima que son
sacados de una noticia de datos?. La foto que acompaña estas líneas incluye
titulares de tres periódicos distintos, en relación con los mismos datos
obtenidos de una encuesta. Saquen ustedes sus conclusiones…