viernes, 16 de marzo de 2012

Ajedrez, ¿nueva asignatura?


El penúltimo globo mediático que aparece últimamente es el acuerdo del Parlamento Europeo para que el Ajedrez sea asignatura optativa. Así se plantea en los medios. Sin más. Luego se entra en las bondades del juego, las aplicaciones a la vida profesional y personal, etc, etc.

No se recuerda que el Parlamento Europeo no tiene capacidades ejecutivas, ni que la UE no tiene ninguna soberanía sobre los sistemas educativos de los países miembros. Que mas da. Lo importante es que durante una semana pueda hablarse en los medios de lo divino y lo humano relacionado con el ajedrez; que en las tertulias opinen sobre el tema incluso aquellos que no tienen ni idea de cómo se juega, que su federación está presente en el COI (tiene sus propias olimpiadas), etc. Desde un punto de vista estrictamente deportivo, aún estando tratado como deporte, en las clasificaciones habituales de los deportes, no suele aparecer como tal al faltarle alguno de los elementos básicos. Sin embargo, como juego de mesa está claro que el elemento de la imprevisibilidad del resultado tiene un papel ligerísimo y en consecuencia también está muy por encima de la mayoría de los juegos de mesa.

Es curioso, visto desde dentro del sistema educativo de este país, la cantidad de veces que algunos iluminados (generalmente con intereses) plantean la necesidad de que determinada cuestión debería llevarse a las aulas y elevarla al rango de asignatura. Generalmente a los que estamos dentro nos hace muchísima gracia la ocurrencia pertinaz de las propuestas que aparecen y desaparecen. Ahora es el ajedrez, antes era la Educación Sexual, la Papiroflexia, la educacion vial, etc.

No saben que en general el sistema ha incorporado, por la via legal o por la confeccion de algunos currículos en determinadas asignaturas o áreas, muchísimos de los elementos que, como instrumentos de aprendizaje, o como elementos pedagógicos, se destacan como interesantes en multitud de campos.

Yo he conocido compañeros que incluían el ajedrez como contenido de la asignatura de Educacion Física, o de Matemáticas, o de Sociales. Seguro que alguna otra Area también lo ha hecho. En otros casos eran contenidos transversales que, desde distintos enfoques, eran impartidos en distintas áreas.

Nadie duda de los beneficios del ajedrez, pero en temas de enseñanza deberían ser aplicables. No vayamos a caer de nuevo en experimentos realizados en el sistema, que unicamente han contribuido a ocupar de manera baladí un tiempo que debería dedicarse al estudio y a la formación, convirtiendo el juego en una meta cuando debería ser un medio y utilizado racionalmente.

Son modas que llegan y pasan. Pero también consiguen unas pérdidas de tiempo (cuando no tienen utilidad) que nadie valora pero que de alguna manera suponen no dedicarlo a algo más formativo. Y si no me creen, dedíquense a observar cuantas experiencias que  sin ton ni son, se llevan a la escuela, diciendo que enriquecen el tiempo de aprendizaje de los niños. En el fondo, tanto los niños como los viejos, suelen ser un público muy utilizable… y barato. En el caso de los niños, mucho no deben enriquecerse y si no lo creen, tiren de los informes PISA.

martes, 13 de marzo de 2012

Deficit fiscal


Está claro –al menos para mi- que la herencia negativa de los gobiernos de ZP va a condicionar la vida de este país en los próximos cuarenta años.
Dia a dia se conocen los excesos económicos pero esos vienen a tapar los excesos políticos. Pronto volverá a hablarse –ya se habla- del déficit fiscal de algunas comunidades autónomas. Sobre todo de Cataluña. De la diferencia entre lo que ingresa –al parecer- a las arcas del Estado y lo que recibe de éstas. Al parecer son miles de millones de euros.

Curiosamente no se habla del déficit fiscal de Extremadura, Andalucía, Asturias… porque en este caso habría que hablar (utilizando el lenguaje torticero) de superávit fiscal. El concepto ha calado y es una bomba de relojería que el señor ZP concedió al tripartito por necesidades propias políticas, y recogió en un Estatuto Catalán. Si el Estado de las Autonomías está haciendo aguas por muchos lugares, el déficit fiscal acabará siendo todo un misil en la línea de flotación del Estado.

Cuando a alguien se le ocurre trocear un todo conseguido después de muchos siglos, y otorgar derechos a territorios que han llegado a lo que son después de también siglos y en base a dar bocados a otros territorios, se arriesga a estas tormentas. Lo malo es que en el fondo a él le da igual. Cuando estalle el misil él, o estará lejos, o no estará.

Cuando un criterio ilógico empieza a aplicarse, todo el mundo tiene derecho a que se le haga lo mismo. Si Cataluña se queja de lo que aporta y lo poco que recibe, por qué no se va a quejar una ciudad (Barcelona por ejemplo), un Barrio (Moncloa por ejemplo), una manzana de viviendas (La gran Manzana, por ejemplo)… Entraríamos en una espiral sin final. Y eso sin hablar de aquello que tanto llena la boca de algunos (seguidores de ZP): la solidaridad. ¿Cómo se va a hacer posible congeniar solidaridad con reconocimiento de déficit fiscal?

Sigo abundando en que desde hace bastantes años, en este país tenemos profesionales de la política y no hombres de Estado. La diferencia está en la capacidad de crear y no en la de gestionar. Se han abandonado los principios para bajar al reparto. Cada uno debería analizar los elementos que se deben incluir en las balanzas fiscales aunque sería suficiente hacer el reparto en base a los derechos de los ciudadanos, no de los territorios y, en el reparto un elemento básico debería hacer que una parte del dividendo fuesen los ciudadanos y no admitir como única parte el territorio.