Y, sin dudar de que a veces puedan razón (somos imbéciles), cierto es que , a fuerza de analizarlas (aunque algunas resulte difícil), uno llega a la conclusión de que realmente somos imbéciles: imbéciles por haber elegido a un montón de representantes sin ningún bagaje detrás; de seguir fanáticamente a algunos voceros político-deportivos que repiten siempre las mismas cosas; de leer a iluminados recordándonos que los días tienen 24 horas; de escuchar expresiones difíciles de contrastar y que se dan como verdades sin sentido y se aceptan como tales, etc. etc.

Pero a veces no se conforman con decir evidencias que deberían ser normales, es decir, no tener que recordarlas. A veces, buscando el titular, nos ofrecen verdaderas joyas. Por ejemplo la que ofreció recientemente el ministro de Fomento: “las infraestructuras en Asturias se terminarán. No sé cuanto costarán, ni si las pagaremos, ni tampoco cuando acabarán, pero me comprometo a que se terminen”. No es literal pero más o menos. Ofreció un acto de voluntad sin decir ni el cómo, ni el cuando. Consiguió que, para los que analizamos las expresiones, por fin comprobásemos como se nos ofrece humo, o en otros casos, se nos miente sin sonrojo. Esto que no debería ser noticia, lo es porque siempre hay gente que lo hace suyo e incluso como una cacatúa, lo repite. Igual que un pensionista que me aseguró que, aunque cobraba menos que el año pasado, no le habían bajado la pensión: le habían subido la retención. Y lo peor es que estaba convencido de que, pese a cobrar menos, no le habían bajado la pensión. Claro que tampoco discutía que se la habían subido…
Llega a tal punto el embobamiento colectivo que un buen dia deciden parar las obras para ahorrar porque vamos a la bancarrota. La gente se resigna, ni se cabrea. Como mucho unos dicen que están paradas y otros que no. Así, a los siete días, deciden que vuelve a haber dinero para recomenzar las obras. La gente tira voladores. Se alegra. Da las gracias… ¿somos o no somos bobos?
Vistas estas experiencias, ¿no es cierto que ejercemos de bobos casi habitualmente? No de bobos solemnes, sí de bobos simples.